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Receta de antiguos hornos de cal

En el fascinante mundo de la cocina al horno, existen técnicas y recetas que se remontan a tiempos inmemoriales. Entre ellas, se encuentra la antigua práctica de utilizar hornos de cal para cocinar exquisitos platos. Estos ancestrales hornos, que han sido utilizados por civilizaciones antiguas en todo el mundo, nos transportan a una época en la que la cocina era un verdadero arte. En este artículo, descubriremos la fascinante receta de los antiguos hornos de cal y aprenderemos a recrear su sabor y encanto en nuestros propios hogares. Prepárate para un viaje culinario lleno de historia y deliciosos sabores que te harán sentir como un auténtico chef ancestral.

¿Cómo se hacía antiguamente la cal?

Antiguamente, la cal se obtenía a través de un proceso llamado calcinación. Este proceso consistía en la cocción de piedra caliza en un horno de cal para obtener óxido de calcio, que es el componente principal de la cal.

El primer paso era seleccionar la piedra caliza de alta calidad. Esta piedra se trituraba en trozos pequeños y se colocaba en el horno de cal, que era una estructura de ladrillos o piedra con forma de cono invertido. El horno se construía de manera que permitiera una buena circulación de aire y una distribución uniforme del calor.

Una vez que se llenaba el horno con la piedra caliza, se encendía el fuego en la base del horno y se dejaba arder durante varios días. El calor intenso provocaba la descomposición de la piedra caliza, liberando dióxido de carbono y dejando como residuo el óxido de calcio.

Durante el proceso de calcinación, se mantenía una temperatura constante en el horno, generalmente alrededor de 900 grados Celsius. También se controlaba la cantidad de aire que entraba al horno para asegurar una combustión adecuada y evitar que el material se quemara.

Una vez que se completaba la calcinación, se apagaba el fuego y se dejaba enfriar el horno. El óxido de calcio resultante, conocido como cal viva, se extraía del horno en forma de trozos sólidos. Esta cal viva se utilizaba para diversos fines, como la construcción, la agricultura o la producción de mortero.

Posteriormente, la cal viva se apagaba agregándole agua para obtener cal hidratada. Esta cal hidratada se utilizaba en la elaboración de cal blanca, que es un producto más refinado y utilizado en la pintura y otros usos industriales.

El proceso de obtención de la cal era laborioso y requería de conocimientos técnicos y experiencia para lograr un producto de calidad. En la actualidad, la producción de cal se ha modernizado y se realiza a través de métodos más eficientes y controlados, pero conocer cómo se hacía antiguamente es interesante para comprender la evolución de esta técnica.

¿Cómo funciona un horno de cal?

Un horno de cal, también conocido como horno de caliza o horno de cal viva, es un tipo de horno utilizado para producir cal viva a partir de la calcinación de la caliza. La caliza es una roca compuesta principalmente de carbonato de calcio, y el proceso de calcinación implica calentarla a altas temperaturas para liberar el dióxido de carbono y convertirla en óxido de calcio, también conocido como cal viva.

El horno de cal tradicionalmente se construye como un horno de pozo o de cuba, con forma cónica o cilíndrica. Está hecho de materiales refractarios, como ladrillos especiales y mortero de arcilla resistente al calor, que pueden soportar las altas temperaturas requeridas para el proceso de calcinación.

El funcionamiento de un horno de cal implica varios pasos. En primer lugar, se carga la caliza en el horno a través de una apertura en la parte superior. Luego, se enciende un fuego en la base del horno para calentarlo gradualmente. A medida que el calor se propaga hacia arriba, la caliza se calienta y comienza a descomponerse.

A medida que la caliza se calienta, el carbonato de calcio se descompone en dióxido de carbono y óxido de calcio. El dióxido de carbono se libera como gas y se escapa por una chimenea o una apertura en la parte superior del horno, mientras que el óxido de calcio se acumula en el fondo del horno.

Una vez que se ha completado el proceso de calcinación y se ha producido suficiente cal viva, se apaga el fuego y se deja enfriar el horno. La cal viva resultante se extrae del horno y se utiliza en una variedad de aplicaciones, como la construcción, la agricultura y la industria química.

Es importante destacar que el proceso de calcinación en un horno de cal requiere un control preciso de la temperatura y el tiempo de cocción para obtener una cal viva de alta calidad. Los hornos modernos están equipados con tecnología avanzada para monitorear y controlar estos parámetros, lo que garantiza una producción eficiente y consistente de cal viva.

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