¿Hay algo más satisfactorio que el aroma y la textura del pollo asado al horno? Esta receta clásica es una de las más populares en todo el mundo y, aunque puede parecer intimidante, en realidad es muy fácil de preparar.
En esta guía, te enseñaré cómo hacer un pollo asado al horno delicioso y jugoso que seguramente impresionará a todos tus invitados. Desde los ingredientes hasta el proceso de cocción, te guiaré paso a paso para que puedas disfrutar de una cena perfecta.
Ingredientes:
- 1 pollo entero (de 1,5 a 2 kg)
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 2 cucharadas de mantequilla derretida
- 2 cucharaditas de sal
- 1 cucharadita de pimienta negra
- 2 cucharaditas de ajo en polvo
- 2 cucharaditas de romero seco
- 1 cebolla grande, cortada en cuartos
- 2 ramas de apio, cortadas en trozos grandes
- 2 zanahorias grandes, cortadas en trozos grandes
- 1 limón, cortado en cuartos
Paso a paso:
1. Precalienta el horno a 200°C.
2. Lava el pollo por dentro y por fuera con agua fría y sécalo con papel de cocina. Asegúrate de que no haya restos de plumas o vísceras en el interior del pollo.
3. Coloca el pollo en una bandeja para hornear y cepíllalo con aceite de oliva. Asegúrate de cubrir todo el pollo con el aceite.
4. En un tazón pequeño, mezcla la sal, la pimienta, el ajo en polvo y el romero seco. Frota la mezcla de especias por dentro y por fuera del pollo.
5. Coloca la cebolla, el apio, las zanahorias y el limón dentro de la cavidad del pollo. Estos ingredientes le darán sabor y humedad al pollo mientras se cocina.
6. Ata las patas del pollo con hilo de cocina para que mantengan su forma durante la cocción.
7. Vierte la mantequilla derretida sobre el pollo y colócalo en el horno.
8. Cocina el pollo durante 20 minutos por cada 500 gramos de peso. Por ejemplo, si tu pollo pesa 1,5 kg, cocínalo durante 1 hora y 20 minutos.
9. Cada 20 minutos, saca el pollo del horno y báñalo con el jugo que se acumula en la bandeja. Esto ayudará a que la piel se dore y a que el pollo se mantenga jugoso.
10. Una vez que el pollo esté cocido, sácalo del horno y déjalo reposar durante 10 minutos antes de cortarlo. Esto permitirá que los jugos se redistribuyan en la carne y que el pollo quede aún más jugoso.