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Gambones al horno perfectamente cocidos: ¡Aprende a saber cuándo están listos!

Si eres un amante de los mariscos, especialmente de los gambones, seguramente te hayas preguntado alguna vez cómo cocinarlos a la perfección. El secreto para conseguir unos gambones al horno perfectamente cocidos está en el tiempo de cocción y en la temperatura del horno. En este artículo, te enseñaré cómo cocinar gambones al horno para que queden en su punto exacto y no pierdan su sabor y jugosidad.

Ingredientes:

  • 1 kg de gambones frescos
  • 2 dientes de ajo
  • 1/4 taza de aceite de oliva
  • 2 cucharadas de perejil fresco picado
  • Sal y pimienta negra recién molida

Paso a paso

1. Preparación de los gambones

Antes de cocinar los gambones, es importante que los limpies bien. Lávalos bajo el grifo y sécalos con papel de cocina. Si los gambones son muy grandes, puedes cortarlos por la mitad para que se cocinen mejor y para que se puedan marinar mejor con el ajo y el aceite. Si lo prefieres, puedes dejar la cabeza y la cáscara, ya que esto le dará más sabor y jugosidad.

2. Preparación del aderezo

Pica los dientes de ajo muy finamente y mézclalos con el aceite de oliva en un bol. Añade el perejil picado y mezcla bien. Añade sal y pimienta al gusto.

3. Marinar los gambones

Coloca los gambones en un recipiente y vierte el aderezo por encima. Mezcla bien para que los gambones queden bien cubiertos. Deja marinar durante 30 minutos en la nevera.

4. Precalentar el horno

Precalienta el horno a 200 grados centígrados. Mientras se calienta el horno, prepara una bandeja de horno con papel de aluminio o papel de horno.

5. Hornear los gambones

Una vez que el horno esté caliente, saca los gambones de la nevera y colócalos en la bandeja de horno. Hornea los gambones durante 10-12 minutos o hasta que estén dorados y crujientes. Si los gambones son muy grandes, puede que necesiten un poco más de tiempo en el horno.

6. Saber cuándo los gambones están listos

Para saber si los gambones están listos, fíjate en su color y textura. Los gambones deben estar dorados y crujientes por fuera, pero jugosos por dentro. Si los gambones están muy secos, significa que se han cocinado demasiado tiempo. Si los gambones están crudos por dentro, significa que necesitan más tiempo en el horno.

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