¿Estás buscando una receta fácil y deliciosa para preparar calabacín al horno? ¡Estás en el lugar correcto! En este artículo, te mostraré cómo preparar una deliciosa receta de calabacín al horno que es perfecta para cualquier ocasión. Esta receta es muy fácil de seguir y no requiere muchos ingredientes. ¡Así que vamos a empezar!
Ingredientes
- 2 calabacines medianos
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cucharadita de sal
- 1/2 cucharadita de pimienta negra
- 1/2 cucharadita de ajo en polvo
- 1/4 taza de queso parmesano rallado
Paso a paso
Paso 1: Prepara los calabacines
Comienza precalentando el horno a 200°C. Luego, lava los calabacines y córtalos en rodajas finas. No es necesario pelar los calabacines. Una vez que los calabacines estén cortados, colócalos en un bol grande.
Paso 2: Agrega los ingredientes
Agrega el aceite de oliva, la sal, la pimienta negra y el ajo en polvo a los calabacines. Mezcla bien para asegurarte de que cada rodaja de calabacín esté cubierta con los ingredientes. Asegúrate de que no haya demasiado aceite, solo lo suficiente para cubrir los calabacines.
Paso 3: Coloca los calabacines en una bandeja para hornear
Coloca los calabacines en una bandeja para hornear en una sola capa. No apiles los calabacines, ya que esto puede hacer que se cocinen de manera desigual. Asegúrate de que los bordes de la bandeja para hornear estén ligeramente elevados para evitar que el aceite se escape.
Paso 4: Agrega el queso parmesano
Esparce el queso parmesano rallado uniformemente sobre los calabacines. Asegúrate de que cada rodaja tenga un poco de queso para que tenga un sabor delicioso.
Paso 5: Hornea los calabacines
Coloca la bandeja para hornear en el horno precalentado y hornea los calabacines durante unos 20-25 minutos o hasta que estén dorados y tiernos. No los cocines demasiado tiempo, ya que pueden volverse demasiado blandos.
Paso 6: Sirve tus calabacines al horno
Una vez que los calabacines estén listos, sácalos del horno y sírvelos calientes. Estos calabacines son una deliciosa guarnición para cualquier comida. Si te sobran, puedes guardarlos en la nevera durante unos días y recalentarlos en el horno o en el microondas.